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Travesías didácticas Nº 27 – Abril 2018

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CONTENIDOS:

  • La exploración sonora y la orquestación del cancionero infantil. Prof. Judith Akoschky y Prof. Andrea Grinberg
  • Efemérides en el Nivel Inicial. Prof. Mariana Salvalai y Prof. Elsa Godoy
  • Abordaje colaborativo de conflictos escolares. Lic. Rosaura Paulero
  • Prácticas filosóficas en el Nivel Inicial. Prof. Marcelo L. Gutiérrez
  • El juego: tu eje motivador. Prof. Analía Alaniz

EDITORIAL:

Queridos lectores, docentes, equipos de dirección, supervisores, inspectores, estudiantes de Nivel Inicial.

“Te veo bien, estás siempre buscando, te veo bien, vivito, vivito y coleando”…
(Hugo Midón y Carlos Gianni)

“Vamos a ver cómo es el mundo del revés”… (M. E. Walsh)

On oublie tant de soirs de tristesse, mais  jamais un matin de tendresse. 
Nos olvidamos de las noches de tristeza, pero jamás de una mañana de ternura.
(Philip Green)

“Voy a quedarme en este mar
Aunque me estrelle entre las rocas
Aunque me pise el mismo pie
Que antes beso mi boca
No encontrar el equilibro y agarrarse
Lo contrario de vivir es no arriesgarse
O quien sabe qué”…

(Fito Páez)

“Yo quiero que a mí me quieran
yo quiero tener un nombre
yo quiero que a mí me cuiden
si me enfermo o estoy triste
porque yo quiero crecer”…

(Rubén Rada)

Con la felicidad y la fortaleza de sabernos, pese a todo, «vivitos y coleando», sosteniendo que los seres humanos recordamos “las mañanas de ternura” con esas ansias de aferrarnos a lo mejor de la vida, teniendo en nuestras mentes y corazones aquello que jamás debemos olvidar, a fin de mantenernos en las búsquedas de eso que nos hace bien y que nos hace mejores personas… iniciamos este año retomando la tarea, la revista, las jornadas, los cursos y conferencias virtuales… con el objetivo constante de aportar desde nuestras ideas y posibilidades a la construcción de opciones y acciones que fortalezcan la Educación Inicial.

Estoy segura que fortificar a la Educación Inicial vigoriza a nuestros alumnos, otorgándoles posibilidades y brillo, y a su vez, le imprime sentido a nuestra profesión.

Bajo ningún punto de vista podemos negar que la tristeza abunda, inundada por tanto dolor compartido. Tampoco voy a negar el sentimiento de que el mundo va para el lado contrario, que se transformó verdaderamente en “el mundo del revés”. El despliegue de injusticias, malas interpretaciones, acciones alejadas de la ética, decisiones tan arbitrarias como ignorantes, mandatos inconsistentes deseosos de ser cumplidos sin que medie ninguna opinión ni decisión diferente, nos inundan, y tantas veces me pregunto cómo seguir…y tantas veces me respondo… parados firmes frente a esta ola que intenta avasallarnos, dejándola que nos pase por arriba o zambulléndonos en ella, pero siempre para salir sosteniendo las ideas y la ideología, “porque lo contrario de vivir es no arriesgarse”, “porque voy a quedarme en este mar aunque me estrelle con las rocas”, pero retomando el equilibrio “agarrándome” de lo más importante: nuestra responsabilidad educativa para con los niños, compromiso necesariamente plagado de afecto, de significados y sentidos, de comprensión y equilibrio, de mirada y abrazos conscientes y verdaderos.

Y esos niños están pidiendo a gritos atención y cuidado, mirada y afecto, encuadre y sostén… están pidiendo que “los quieran para poder crecer”.

A modo de cierre

“Yo quiero saberlo todo
yo quiero que a mí me enseñen

A jugar, a cantar
que me enseñen a ser libre
y me digan la verdad
A jugar, a cantar
que me escuchen cuando hable
y que no me hagan llorar

Pero quiero que también
todos los niños del mundo
tengan todo lo que quiero
pues lo quiero compartir

A jugar a cantar
que tengan todos los niños
en el mundo su lugar
vamos todos a cantar!

pa’ que los niños del mundo tengan todos un lugar
vamos todos a ayudar
Todos los niños del mundo merecemos un lugar!!”

(Rubén Rada)

 

Recordemos que en un mundo tan centrado en las competencias, podemos poner “patas para arriba” a las injusticias y las irrupciones, transformando los conflictos en desafíos, oportunidades y actos creadores, reconociendo al disenso como enriquecimiento y no como oposición salvaje, buscando acuerdos posibles y, fundamentalmente, sosteniendo la mirada en los niños como seres en plena formación y en nuestras responsabilidades educativas para con ellos, sus familias y la sociedad toda… sin naturalizar lo que “no se debe” ni mimetizarnos con aquello de lo cual no queremos ser parte, aunque irrumpa con fuerza… tal vez sea más fácil “seguir la corriente” pero tantas veces lo más fácil no es lo mejor, y depende de nosotros ser creadores de un futuro diferente.

Afectuosamente, Laura Pitluk.